La relación de pareja

La relación de pareja

 

La relación de pareja es una de las relaciones más complejas que se nos proponen en el transcurso de nuestra existencia. Implica mantener relaciones amorosas, así como un proyecto de vida juntos.

En ella se ponen en juego la convivencia, la comunicación, el amor, la expresión de cariño, la tolerancia a las diferencias, la familia, etc. Es decir, la relación de pareja es un escenario perfecto para desplegar emociones y afectos.

Cada tipo de pareja lo lleva a cabo de una manera particular, dependiendo de sus características personales, educación, situación social o capacidad económica.

 

IMPORTANCIA DEL AMOR

El amor es una fuente inagotable de bienestar y autoestima, es una necesidad para el ser humano. Pero, según el uso que hagamos de él, también se puede transformar en el medio para manifestar odio, agresividad, falta de respeto, intolerancia, malestar o frustración.

Lo que sucede, en muchas ocasiones, es que esto ocurre de manera exagerada, sin que se establezcan los límites necesarios para que las relaciones de pareja sean constructivas en lugar de convertirse en destructivas. Las parejas felices son aquellas que pueden gestionar estas situaciones de manera eficaz.

 

RELACIONES TÓXICAS

Hay muchas cuestiones que están en el origen de los problemas y pueden influir en la relación de pareja.

EXCITACIÓN SEXUAL NO SATISFECHA

En el día a día, las relaciones afectivas de pareja generan mucha excitación. Hay una magnificación de los afectos en las relaciones de pareja y esto se produce tanto para bien como para mal. Las discusiones de pareja son de las más complejas, de las más calientes. Porque la discusión produce en la pareja ese acaloramiento, esas sensaciones de cierta agresividad, excitación, tensión, palpitación, sudoración, ganas de pegar al otro para tocarle a alta velocidad.

Es como si fuera el encuentro sexual que estoy reprimiendo: por mi forma de pensar, por mi ideología, porque ya lo hicimos ayer y hoy me parece que es mucho. Tengo ideas sobre las relaciones sexuales en vez de llevarlas a cabo. Aparece el deseo sexual y no lo tolero, lo transformo en lo contrario. Del amor paso al odio.

DISCUSIONES CONSTANTES

Hay que tener en cuenta otro factor en las relaciones de pareja, y es que discutir todo el tiempo es peligroso para uno porque genera cosas en el cuerpo, da dolor de cabeza, cansancio, agotamiento, hasta úlcera.

La ira está relacionada con la úlcera, y el estrés que produce la discusión de pareja también está en la base de muchas enfermedades, sin llegar a la cantidad que produce enfermedad. Esas discusiones todos los días, que sea la discusión el fundamento de la relación, esa manera de gozar no son factores beneficiosos para los miembros de la pareja ni para ésta misma.

Porque muchas parejas no han descubierto otro goce, no conocen otro goce que no sea el discutir, y entonces no pueden sumar otras formas de gozar. También se puede discutir de vez en cuando porque se trata de elaborar algo, pero que sea la discusión el fundamento de la relación es sintomático y nocivo.

NO RECONOCER QUE SOMOS DIFERENTES AL OTRO

No es fácil reconocer hasta dónde o cómo hay que poner los límites. Aprendemos de lo que vemos y lo que vemos son patrones establecidos que no siempre sirven al momento actual. Siempre vamos a encontrar en el otro algo que me enfrenta a mí mismo, que me pone en cuestión, que me trae algo que no tolero de mí, algo que ambiciono de los demás y que todavía no he construido.

El otro nos trae siempre la diferencia. Hay otros que no son yo, que son distintos a mí y que no se les puede poseer. Porque también hay una ambición de querer que el otro piense como uno, y cuando piensa de manera diferente lo tomamos como un ataque personal. No aceptamos su punto de vista, directamente no existe.

Además, nos trae el mayor cuestionamiento individual de cada sujeto, que es la mortalidad. Porque, donde está la diferencia, aparece directamente que somos mortales, que somos seres imperfectos. Que no estamos completos.

Cuando uno acepta su mortalidad, reconoce que necesita de otros, reconoce que es un ser incompleto que necesita de relaciones sociales, que su riqueza está en sus relaciones sociales. Ahí va a poder discernir cuándo tiene que calmar sus pasiones, escuchar al otro, y cuándo va a tener que intervenir en la realidad, hacer una acción o decir una frase.

RENUNCIAR TENER UNA VIDA PROPIA

A veces en la relación de pareja, guiados por determinados pensamientos como el de la media naranja, se piensa que el otro tiene que venir a completarle a uno, que te va aportar lo que a ti te falta.

Esa idea de que el amor es entrega, renuncia, completud, que el otro te da, que tiene que hacer un sacrificio para estar contigo y tú tienes que hacer un sacrificio para estar con él. Tener una relación es como una condena si haces caso a esos consejos. Te llevan a aislarte, a romper tus relaciones con el mundo, para evitar la ruptura de la pareja.

Empobrecer tu mundo para dedicarte solamente a tu relación de pareja conlleva un empobrecimiento de las relaciones con tu pareja. Y, además, una cierta cantidad de agresividad que se dirige contra el otro, por pensarlo causante de ese empobrecimiento de uno mismo, como hombre, como mujer, como ser humano.

FALTA DE COMUNICACIÓN

La falta de comunicación genera muchos problemas de pareja, incluyendo la dependencia emocional que, a veces, deriva en faltas de respeto, insatisfacción afectiva y sexual, problemas familiares generalizados, etc. Una relación tóxica que, con terapia de pareja, puede revertir la situación y construir una pareja saludable.

CUESTIONES ECONÓMICAS

Hay muchas cuestiones relacionadas con el dinero que alteran las relaciones de pareja. Los problemas económicos producen un malestar entre los miembros de la pareja, que no pueden desarrollar su relación de manera provechosa y enrarecen la relación.

También ocurre que, cuando uno de ellos gana significativamente más que el otro, pueden surgir celos profesionales, envidias o sentimientos contradictorios, del tipo “está bien tener más dinero, pero me da rabia que no sea yo quien lo gane”. La relación puede transformarse en sometimiento, y eso deteriora la pareja.

 

IMPORTANCIA DE LA TERAPIA PSICOANALÍTICA PARA LOGRAR UNA PAREJA SANA

FELICIDAD Y EQUILIBRIO

Si queremos construir una vida en común, debemos cuidar la relación, definir el proyecto para que la vida juntos sea productiva, satisfactoria, enriquecedora. Las relaciones sanas generan parejas felices. Es conveniente estar de acuerdo en que se quiere trabajar para construir una pareja sana, y hacer los movimientos necesarios para mantenerla.

CUÁNDO CONSULTAR A UN ESPECIALISTA

La entrada de una tercera persona, el psicoanalista, con un punto de vista y un discurso totalmente imparcial, abre nuevas posibilidades a lo que se ha convertido en monótono, cotidiano o displaciente.

El psicoanálisis de la pareja establece una comunicación adecuada, hace participar conjuntamente y/o por separado, a los integrantes de la misma en una conversación donde el cuestionamiento íntimo, individual toma un papel protagonista, ya que la realidad está siempre determinada por los sentimientos o los pensamientos de cada una de las partes.

POR QUÉ ES NECESARIA LA LEY

Una terapia de pareja lo que permite es construir la ley para cada uno, y eso va a traer ley a la relación. También posibilita encauzar el deseo, dejarle que siga algún cauce productivo, no pararlo.

Es esencial para construir una pareja sana, en la que exista una buena comunicación, unas relaciones sexuales satisfactorias que permitan el crecimiento personal a ambos miembros.

TODOS SOMOS DIFERENTES

No hay nada bueno o malo en sí mismo, depende de cómo lo utilicemos, el uso que hagamos de los mecanismos psíquicos. Lo saludable en la relación de pareja es sumar, sustituir, utilizar todos los mecanismos psíquicos que tenemos a nuestra disposición. Escuchar al otro es muy importante para mantener la relación.

También tenemos que saber que, para escuchar al otro, tengo que reconocer que es otro diferente a mí, con opiniones, ideas y puntos de vista diferentes, porque, si no, escucho en relación a lo que yo creo, a lo que me dijo mi mamá, a lo que me aconsejó mi papá. Eso es lo que realmente va a diferenciar la conversación de una discusión.

El psicoanálisis en las relaciones de pareja es un trabajo enriquecedor y constructivo tanto para el amor como para el deseo.