Autismo y Déficit de atención e Hiperactividad

 

Hoy día estos temas están muy presentes en la sociedad, muy nombrados, pero a la vez poco analizados en profundidad. Hay muchas investigaciones al respecto, pero todas ellas dejan de lado una cuestión tan importante como son los procesos inconscientes.

 

Todos los estudios que hay son a nivel consciente, se fijan solamente en el comportamiento del niño. La mayoría de los síntomas que describen para detectar un autismo, un TDAH, son a través de lo que se ve: de lo que ven los padres, profesores y profesionales.

 

Y, generalmente, desde ese punto de vista científico, lo que se hace con el niño autista o hiperactivo es medicarlo. A los niños hiperactivos se les dan anfetaminas para que se queden quietos, tranquilos, para que no molesten. Y también para tranquilizar a los padres frente a esa etapa del crecimiento infantil.

 

Pero desde el psicoanálisis podemos mostrar cómo la familia en la que se encuentra el niño forma parte del tratamiento del autismo o de la hiperactividad. Porque dependiendo de la lente con que se miran estos trastornos, van a poder tratarse o no. Y, con psicoanálisis, se pueden curar sin necesidad de medicación.

 

 

QUÉ SE ENTIENDE POR AUTISMO

 

El trastorno del espectro del autismo (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral. Se caracteriza por dar lugar a dificultades para la comunicación e interacción social y para la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta.

 

Se caracteriza por problemas con la comunicación e interacción social, comportamientos repetitivos o restrictivos, orden obsesivo, tener que seguir ciertas rutinas, etc.

 

Se calcula que un 2,8 % de la población infantil mundial lo padece, siendo mayor la proporción en niños que en niñas, con una proporción aproximada de 4 a 1.

 

DEFINICIÓN DE TDAH

 

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a millones de niños y a menudo continúa en la edad adulta. El TDAH incluye una combinación de problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.

 

El déficit de atención puede presentar las siguientes características: Les cuesta permanecer concentrados, seguir instrucciones, se distraen fácilmente, se olvidan de realizar ciertas tareas, etc.

 

Respecto a la hiperactividad, podemos mencionar que suelen estar inquietos, les cuesta permanecer sentados, están en constante movimiento, habla demasiado, etc.

 

Se calcula que afecta aproximadamente entre un 2% y un 6% de la población mundial, siendo el porcentaje ligeramente superior en niños.

 

EL PAPEL DE LA FAMILIA

 

Sabemos que los humanos somos capaces de transmitir y copiar emociones o comportamientos. Por ejemplo, si los padres están muy nerviosos, van a ver eso en los niños; si están medio melancólicos, van a ver eso en los niños. Hay que revisar a los padres en estos casos, porque son fundamentales en el tratamiento del autismo.

 

Podemos lanzar una hipótesis: como los padres son cada vez más mayores a la hora de tener los hijos, ¿será que cuando uno se va haciendo mayor ya no tolera tanto ese ritmo de la infancia? ¿Le genera cierta envidia, celos, el que haya tanta distancia, que los hijos están empezando y ellos ya estén en el ecuador de su vida? También hay un déficit de atención de los padres hacia los hijos.

 

La envidia hacia los más jóvenes, hacia los niños, es una de las principales causas de los maltratos que se hacen a los niños y a los jóvenes actualmente. Entendemos por maltrato un diagnóstico innecesario, un tratamiento innecesario para las enfermedades psíquicas.

 

Dentro de cualquier estructura familiar hay lugares ya establecidos; está el lugar del genio, del vago, del tonto, del fracasado. Siempre hay lugares. Toda la familia cuida de esos lugares, incluso el que está en el lugar del fracasado cuida ese lugar porque así tiene un lugar en la familia. Luego va al mundo y se comporta como un fracasado, aunque tenga unos estudios altísimos.

 

Puede ocurrir que también tenga pegadas esas dos palabras: familia y mundo; como si la familia fuese el mundo. Uno de los síntomas de estos trastornos es que evitan el contacto físico, no existe mundo.

 

El psicoanálisis trae la posibilidad de que en un trastorno como es el autismo, que para otras disciplinas es para toda la vida, se transforme el sujeto, incluyendo también a la familia. Hay familias que no quieren porque prefieren tener a un miembro autista antes que reconocer que todo el cuerpo de la familia es un poco psicótico.

 

Es fundamental la intervención con los padres, porque no es que los padres lo creen a propósito, es a nivel inconsciente. Los padres hacen lo que pueden. Y ellos lo padecen también. Esa estructura enferma de la familia la sufren, la padecen, pero a la vez son partícipes porque, como es inconsciente, no tienen los instrumentos ni el saber ni el conocimiento ni nada para transformar eso.

 

Cuando entran en el análisis, ellos mismos ven lo que pasa y eso da la posibilidad de transformación. Los padres empiezan a hablar y el comportamiento del niño empieza a cambiar. A veces ni siquiera hay que intervenir en el niño.

 

El psicoanálisis aporta algo de tranquilidad a los padres. Esa tranquilidad que los padres van construyendo en el análisis es algo que transmiten directamente a los niños. Tiene consecuencia directa, porque también hay mucha culpa: si lo habrán hecho mal, por qué a ellos…

 

LA CONSTITUCIÓN PSÍQUICA INFANTIL

 

En la constitución infantil, el desarrollo psicosexual del aparato psíquico es fundamental. En principio, la madre y el niño son uno. Llega un momento donde aparece la entrada en el lenguaje y el padre como legislador de la relación entre la madre y el hijo.

 

Según cómo acepte esa situación el niño, va a posicionarse frente a esa ley de una manera neurótica, psicótica, autista… ¿Qué quiere decir psicótica? Que hay padre, pero lo forcluyo, lo tapono; no quiero reconocer que lo hay, psíquicamente.

 

Donde está el padre hay un agujero. Es el deseo de la madre el que dificulta la entrada del padre. Si la madre no desea a ese padre, para ese niño no hay padre. Es decir, si la mamá no da entrada al padre en ese juego medio perverso con el hijo, ese niño no va a tener padre, por mucho que esté en la casa. Y como el niño lo que desea es el deseo de la madre, rechaza al padre.

 

Si la madre no desea otra cosa diferente al niño, produce un hijo psicótico. El padre viene a abrir las puertas del mundo porque dice: con tu madre no. Es civilizador, es la entrada al lenguaje. A partir de ese momento, si el niño quiere algo, lo tiene que pedir. No le queda otra.

 

En la psicosis pasa que ponen toda su realidad psíquica donde está el agujero que han hecho, porque han forcluido (eliminado, borrado) esa parte del mundo. El mundo es su mundo psíquico, ¿para qué van a entrar en contacto con otro? Tienen una hipersensibilidad olfativa, auditiva; todo lo exterior les molesta.

 

Cualquier ruido que venga a perturbar ese goce con la madre es molesto y rechazado. No necesita de padre porque con su madre lo tiene todo arreglado. Es ese ser todopoderoso, ambos son inmortales.

 

Las tendencias, los deseos sexuales frente a la mamá y la tendencia hostil hacia el padre son el fundamento del deseo sexual infantil reprimido, motor de nuestra vida. Eso es el germen: la hostilidad y la sexualidad. Por eso hay que renunciar al deseo hostil, al deseo sexual inadecuado.

 

A los tres años empiezan a detectar el autismo y el TDHA, justamente en el complejo de Edipo, en la entrada al lenguaje. Y en ese momento es cuando más necesario es el tratamiento psicoanalítico, porque no se nace autista, son trastornos que se producen.

 

No es un déficit de atención lo que padecen, atención siempre hay, o está en un lugar o está en otro. Si no está en lo que los padres dicen, la atención del niño está puesta en otro lugar. Normalmente, cuando la atención del niño es captada de manera tan fuerte que les impide otra cosa como estudiar, escuchar a los padres o al profesor, está puesta en algo sexual, con mucha intensidad.

 

Está centrada en esa investigación sexual infantil. No es que en clase esté distraído, al contrario, tiene una actividad tremenda. Tiene actividad psíquica, porque está intentando encontrar alguna respuesta a lo que no tiene respuesta. Hay que dejarles hablar porque también se les interrumpe. No hay qué decirle “¡pero niño, qué tonterías dices!”

 

Está en la resolución de esa cuestión, que es necesaria. La investigación sexual infantil es necesario que se produzca, no hay que interrumpir. Hay que ponerle ley, nada más. Enseñarle que eso no se hace delante de mamá o delante de papá, no es que no se haga.

 

EL LENGUAJE NOS HACE HUMANOS

 

El ser humano todo lo tiene que aprender, a hablar también. El complejo de Edipo es la máquina hominizante, se van a ir constituyendo en nosotros elementos fundamentales del aparato psíquico que después van a ser determinantes a lo largo de toda la vida.

 

A veces nos cuesta creer que el lenguaje tenga tanto poder. El psiquismo está estructurado como un lenguaje. Todo en nuestro cuerpo está sobredeterminado por nuestro psiquismo, cualquier enfermedad que padecemos en nuestro cuerpo. Lo que pasa es que se tiende a buscar una ubicación orgánica de lo psíquico, que no tiene base orgánica, es una construcción virtual, está en el lenguaje.

 

El psicoanálisis nos viene a decir que eso que vemos, que percibimos por nuestros sentidos, es solamente apariencia. Nuestra conciencia percibe una parte mínima frente a todo lo que es nuestro inconsciente, que es tan desconocido por nosotros como el mundo exterior. Nuestro inconsciente percibe más que nuestro consciente.

 

Con la entrada al lenguaje nos llega el saber sobre nuestra mortalidad. Los animales también mueren pero, como no hablan, no se enteran. Los seres humanos lo sabemos porque nos llega a través del lenguaje. En el autismo tienen una posición de no querer saber. Es una cosa de la madre, de su negación de la mortalidad; de no querer caer de ese pedestal de todopoderosa en el que le ha puesto el hijo; de querer seguir ahí, engañándole, transmitirle que con ella lo va a poder todo.

 

Es el poso de todo el complejo de Edipo, de todo el aprendizaje, de toda la educación familiar recibida. Se puede decir “esto me sirvió”, pero a partir de ahora me sirve otra cosa y eso no es malo, ser infiel a la mamá. La infidelidad está mal vista, pero es necesaria. Es la primera infidelidad que hay que cometer en la vida y la más importante.

 

La intervención de un tercero hace que se rompa algo en esa relación dual que está siendo improductiva. La intervención del tercero, ya sea la ley, el padre, el psicoanalista, eso regula. Hay que construir un padre y eso se construye con frases, a nivel del lenguaje, de lo simbólico.

 

Por eso decimos que es tan importante el tratamiento de la familia, no solamente el del niño. Es la madre la que tiene que renunciar a ese deseo de inmortalidad. Lo más importante en nuestra vida es aprender a renunciar a nuestros propios deseos inconscientes, porque las tendencias las tenemos todos.

 

EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO CURA

 

El Psicoanálisis es muy sencillo: hay una ley fundamental que es la ley de castración, que dice con mamá no y que es impuesta por el padre.  Con relación a la posición que tengamos frente a esa ley, así nos va a pasar. Esto no es un acontecimiento que se produzca a los 3 años y ya está, no. Ese posicionamiento frente a la ley es cada vez que se produce en mí un cambio, una transformación, una decisión o algo nuevo que viene a mi vida.

 

Siempre voy a posicionarme psíquicamente de una manera en la que voy a decir acepto la ley o no la acepto, la reniego, la forcluyo, la reprimo, no quiero esto. Depende de qué decisiones psíquicas vaya tomando, así me voy transformando. La realidad siempre es fundamental, hay que tenerla en cuenta.

 

Entonces, hablar en presencia de un profesional que tiene una escucha especializada, que es capaz de escuchar lo que dices y lo que no dices, lo que está y lo que no está en tu decir, porque escucha los procesos psíquicos inconscientes que son necesarios, vitales.

 

Vemos que en el autismo no son capaces de hacer chistes o mentir, que son manifestaciones del inconsciente. Cuando el niño aprende a mentir, entra en lo simbólico. En el autismo no pueden atribuir al otro lo que está pensando. Hay una ausencia de juego simbólico, no pueden entrar en el nivel del lenguaje, no pueden separar la palabra de la cosa.

 

En todo ser humano se ha constituido en el aparato psíquico lo simbólico, pero en el autismo se ha producido una forclusión. Es decir, el autismo es una psicosis infantil.

 

Con psicoanálisis, el niño se puede transformar, porque lo que viene a traer el psicoanálisis como novedad es la posibilidad de curar el autismo, de hacer un tratamiento para que esa posición autista o psicótica se transforme en otra cosa. Y es muy importante incluir también a la familia, porque lo que está enferma es la estructura familiar. Toda la familia permitió que ese niño no tuviera padre, todos son cómplices.

 

Hasta en el síndrome de Down, donde hay una transformación cromosómica, es fundamental el tratamiento psicoanalítico. La construcción genética está también influida por la construcción del lenguaje. Es posible transformar la genética con psicoanálisis.

 

En lo inconsciente todos somos inmortales, es lo que nos mantiene en vida. Nos morimos cuando dejamos de desear. Uno puede estar muy enfermo y sin embargo haber superado varios cánceres. Hay gente que está a punto de morir y de repente se recupera y así varias veces.

 

El deseo también es alimentado por el deseo de los otros. No hay un deseo en mí, de mí y para mí. No existe. Hasta en el autista hay otro: está la madre, está el padre forcluido. Están todos los componentes del aparato psíquico. Son los mismos mecanismos que en un aparato psíquico normal. Lo que pasa que hay que darle tratamiento porque está cada cosa un poco desordenada y hay que ordenarlo con la ley.

 

Eso es lo que establece el psicoanálisis, la ley. Cuando falta el padre, puede quitar un poco de mamá y poner un poco de papá en ese lugar. Es otra vida, si renuncio a la madre, ya hay otras mujeres. Antes, toda mujer era madre, porque tenía la palabra ligada a la cosa, todo era su madre. No había mujeres ni hombres, solo había madre.

 

Los fármacos no sirven, no curan el trastorno de hiperactividad ni el déficit de atención. El tratamiento que requiere un trastorno psíquico es el psicoanálisis.