La Primavera ¿la sangre altera?

 

Todos hemos escuchado alguna vez esa frase: “La primavera la sangre altera”.  Y lo aceptamos como una verdad empírica, puesto que el refranero se basa en un conocimiento social producido por la observación de ciertos patrones de comportamiento en nuestro entorno.

 

Pero vamos a profundizar en los motivos o las causas de dicha alteración, y la manera en que los cambios que se producen repercuten en nuestra vida.

 

QUÉ OCURRE EN PRIMAVERA

 

La primavera es el periodo que va desde el 20 de marzo hasta el 20 de junio. Es decir, que comienza con el equinoccio, cuando el día y la noche tienen casi la misma duración.

 

Consecuencia de esto es que empiezan a aumentar las horas de luz en el día, la temperatura va subiendo de forma paulatina respecto a los meses invernales. Se producen también cambios en la presión atmosférica.

 

Estos factores activan el proceso de floración de muchas especies vegetales, atrayendo a múltiples tipos de insectos polinizadores, como abejas o mariposas.

 

Se produce también la migración de muchas aves, como las golondrinas, que regresan a sus zonas de cría, donde encuentran temperaturas más templadas y mayor disponibilidad de alimentos.

 

Todos estos factores tienen que ver con esos cambios que notamos en nuestro organismo y, también, en nuestro psiquismo.

 

CAMBIOS A NIVEL ORGÁNICO O FISIOLÓGICO

En este caso, la sabiduría popular tiene un cierto fundamento, ya que los cambios propios de la primavera, en especial el aumento de horas de luz y el clima, pueden causar desajustes en ciertas hormonas y neurotransmisores.

Generalmente, el aumento del número de horas de luz suele comportar mayor bienestar personal, debido a que la luz estimula la producción de serotonina y suprime la producción de melatonina, hormonas clave para la regulación de los ciclos de sueño-vigilia, el nivel de energía y el estado de ánimo.

 

La primavera favorece la liberación de hormonas como la oxitocina (hormona del amor), la dopamina (hormona del placer y la motivación), la serotonina (estado de ánimo), la noradrenalina (alivia el estrés) o las feromonas (las hormonas de la atracción).

 

Cuando aumentan los niveles de serotonina en los circuitos neuronales, genera sensaciones de bienestar, relajación y satisfacción. También, aumenta la concentración y la autoestima. Se trata de un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo.

 

En cuanto a la oxitocina, se trata de un neurotransmisor que se involucra en el reconocimiento y establecimiento de relaciones sociales, en la formación de relaciones de confianza y de generosidad con los demás. Esta hormona tiene la capacidad de producir empatía, logrando que los individuos sean más resilientes y se adapten mejor a las circunstancias y a los demás, optimizando las relaciones con su entorno.

 

En su conjunto, todas ellas influyen en que el estado de ánimo de los individuos sea más ventajoso e, incluso, aumente el deseo sexual.

 

A nivel biológico, la primavera es el despertar de la vida, lo que en los seres humanos se traduce en mayor apertura a la comunicación, al amor y a la sexualidad. Se produce un incremento de la actividad, mientras que el aumento de la luz y de la temperatura propician que se pase más tiempo fuera de casa y se emplee un vestuario más ligero y desenfadado.

  • Hay también una modificación de la rutina diaria (horarios de sueño y de comidas, aumento del tiempo de ocio, etc.) como consecuencia de los factores ya mencionados.

 

LA ASTENIA PRIMAVERAL

 

Pero a los seres humanos las cosas nos afectan de distintas maneras, de modo que todos esos cambios hormonales también pueden producir el efecto contrario, que es lo que se denomina astenia primaveral. Es decir, que el exceso de energía que genera la llegada de la primavera puede producir efectos rebote.

 

Las modificaciones en los niveles hormonales no inciden de igual forma en el estado de ánimo de todas las personas. La readaptación del organismo puede provocar tanto un mayor bienestar emocional (cierta euforia, alegría, mayor sentido del humor, aumento del nivel de energía y vitalidad) como un estado de apatía, caracterizado por tristeza, fatiga e insomnio, comúnmente conocido como astenia primaveral.

 

La astenia primaveral no es una enfermedad, sino un conjunto de síntomas de carácter leve que se dan en algunas personas cuando se produce el cambio de estación de invierno a primavera. En cualquier caso, la astenia remite tan pronto como uno se adapte al cambio estacional (no suele durar más de dos semanas).

Estadísticamente, al llegar la primavera más de la mitad de la población presenta alguno de los síntomas que se asocian con la astenia:

  • Cansancio y somnolencia durante el día.
  • Falta de energía.
  • Alteraciones del sueño, especialmente dificultad para conciliarlo.
  • Pérdida del apetito.
  • Disminución de la libido.
  • Problemas de concentración.
  • Falta de motivación.

 

Si no se procesan de manera adecuada, estos síntomas se puede producir una situación de estrés, por lo que la ayuda de un psicoanalista sería de gran utilidad para superar esta etapa.

 

CÓMO AFECTA A NUESTRAS EMOCIONES LA PRIMAVERA

 

El inicio de la primavera trae consigo un clima bastante propenso a las relaciones sociales, con una temperatura más cómoda, más horas de luz y menos condiciones meteorológicas que puedan servir de obstáculo a estas relaciones, como la lluvia o el frío.

 

Estas fechas son, en general, un momento muy esperado bajo unas condiciones en las que es común generar más actividades al aire libre, muchas de las cuales se realizan en compañía.

 

Y relacionarse con otros está en íntima conexión con el deseo, es decir, con nuestra capacidad para realizar proyectos, conseguir efectos en la realidad, amar, conocer cosas nuevas.

 

Gran parte de las patologías de nuestra época, a nivel psíquico, tienen que ver con trastornos respecto al deseo, con el desconocimiento o la negación de éste.

 

EL PSICOANÁLISIS NOS AYUDA A LOGRAR UN EQUILIBRIO

 

A los seres humanos siempre nos cuesta cambiar, aunque sea para mejor (mejor sueldo, mejor vida, mejor temperatura…). Por eso es importante contar con la ayuda de un profesional, acudir a terapia, para mejorar nuestra calidad de vida y las relaciones con el mundo.

 

Para el psicoanálisis, lo primordial es producir, en el trascurso del análisis, nuevas maneras de gozar para la persona en tratamiento. El sujeto goza con todo, y eso quiere decir que, también, puede gozar de lo que le perjudica, lo enferma o le tortura.

El psicoanálisis es más poderoso en la salud que en la enfermedad. Es decir, hace mejor en las personas sanas que en las personas enfermas, que de lo único que hablan en análisis es de su enfermedad. Pero, cuando les quitas la enfermedad, se amplía el mundo, mejor dicho, quitada la enfermedad aparece el mundo, y eso es muy importante.

Hay cosas que solo se curan con psicoanálisis y hay cosas que se benefician con el psicoanálisis.

 

BENEFICIOS DEL PSICOANÁLISIS

Hablar con un desconocido de lo que desconozco, a través de la asociación libre, puede resultar, aparentemente, algo incómodo, pero el beneficio es muy grande. Cierta incomodidad siempre es beneficiosa.

-En la enfermedad

Se habla de las enfermedades nerviosas, pero las enfermedades orgánicas son también nerviosas en gran proporción. Freud llega a decir: dolores de cabeza matinales, vómitos, náuseas, dolor de barriga, dolor de espalda… todo es psíquico.

Desde sus orígenes, el psicoanálisis ha establecido la relación entre determinadas alteraciones orgánicas de carácter funcional con procesos psíquicos. La investigación médica también ha demostrado esa relación. Hay situaciones estresantes, que alteran nuestro sistema inmune y la forma de afrontarlas va a ser decisiva para nuestra salud.

Es decir, los cambios psíquicos no serían una consecuencia de la enfermedad orgánica, sino que serían precursores. Freud observó que la tristeza, la angustia y la culpa, que debían cursar como señales, se transformaban en el sujeto en fuente de muchos padecimientos.

-En el día a día

El psicoanálisis es una ciencia de efectos. Por eso, los beneficios de la terapia psicoanalítica se miden por el cambio producido en la vida cotidiana de las personas.

La terapia psicoanalítica es más que una ayuda psicológica, es un método eficaz con el que podemos enfrentar los conflictos internos, aprender a vivir con mayor libertad. Da la posibilidad de resolver los problemas que nos producen sufrimiento psíquico, permite conocerse mejor.

-En las relaciones con los otros

Aceptar que somos semejantes pero diferentes a los otros es necesario para relacionarnos con los demás. A veces tenemos la ambición de querer que el otro piense como uno, y cuando piensa de manera diferente lo tomamos como un ataque personal. No aceptamos su punto de vista, directamente no existe.

Con la terapia psicoanalítica podemos gestionar las diferencias de manera que no sean un obstáculo para el trabajo, la familia, las relaciones sociales, etc.

-En la comprensión de la realidad

El pensamiento al que nos acostumbran desde el colegio o la universidad, hasta los modelos ideológicos del estado es el llamado normal, lineal o directo. Aprendemos a leer la realidad de una manera ingenua.

Eso implica una reducción notable de las posibilidades de ver la realidad de manera múltiple, diferente, y, por lo tanto, de poder solucionar sus problemas, conflictos y enigmas de forma exitosa.

El psicoanálisis nos da instrumentos para comprender el mundo, para ver más allá de lo aparente, para escuchar otras cosas y, por supuesto, sentir otras cosas.