La terapia de pareja
QUÉ ES LA TERAPIA DE PAREJA
La terapia de pareja es un instrumento que puede ayudar a cualquier pareja a solucionar y mejorar situaciones o conflictos que se puedan dar durante la relación e, incluso, en relaciones terminadas, aparentemente, o que acaban de iniciarse.
Celos, insatisfacción, impotencia, frigidez, desacuerdos en la educación de los hijos, problemas después del matrimonio, falta de deseo sexual, incomunicación, conflictos por cambios en la economía, etc. Éstas son algunas de las cuestiones que afectan a las parejas de hoy en día.
La eficacia del método psicoanalítico, con sus técnicas de terapia de pareja, proporciona la posibilidad de mejorar la comunicación entre los miembros de ésta, facilitando el entendimiento entre ambos, y reestableciendo las relaciones sexuales que fueron abandonadas por la falta de deseo sexual.
Comenzar una relación no implica tener que abandonar el resto de las relaciones que sostienen cada una de las vidas de las personas que componen la pareja. Si una de las partes deja de hacer cualquier actividad de las que realizaba antes de comenzar la relación de pareja, poniendo como excusa al partenaire, trabajaría en contra del buen funcionamiento de la relación. Muchas veces se cree que abandonar determinados hábitos de vida se hace por él o por ella, pero realmente se hace en contra de él/ella y de uno mismo. Ambas partes tienen derecho a una vida plena para seguir juntos.
El psicoanálisis funciona, en la terapia de pareja, con sesiones conjuntas (a las que acuden juntos) o bien en sesiones individuales (en las que el trabajo se haría por separado). Cada pareja requiere de un procedimiento diferente que se establecerá en la primera entrevista y que, según vaya evolucionando, podría ser modificado.
Hay casos en los que una de las partes no quiere acudir al tratamiento terapéutico, pero la otra parte sí. En estos casos es posible el tratamiento de la persona interesada ya que, en muchas ocasiones, con el paso del tiempo la otra parte suele decidir también comenzar su tratamiento para resolver los conflictos.
¿POR QUÉ SE ORIGINAN LAS CRISIS DE PAREJA?
Los problemas en una relación de pareja pueden surgir por variadas razones. Os explicamos algunos de los motivos, porque cada pareja es un mundo y las chispas, como personas que somos, pueden saltar cuando menos la esperamos.
- Uno de los motivos más frecuentes suele ser la aparición de una tercera persona. La interferencia que puede ocasionar en una relación, en algunos casos, puede desembocar en infidelidad y provocar la ruptura de la pareja. En ocasiones, en las relaciones, uno de los miembros se siente defraudado, desilusionado o insatisfecho porque su pareja no cumple con lo que él o ella esperaba de la pareja. Entonces, a veces sin intención consciente, se conoce a una tercera persona y se piensa que puede ser la que cumpla con las expectativas de vida del desilusionado. Este hecho suele suceder en matrimonios o parejas en los que uno se dedica a la felicidad del otro o, por el contrario, en casos en los que uno ignora al otro, o incluso abusa del otro.
La infidelidad es una situación que afecta a la relación, por lo que tienen que ser ambos los que acudan a la práctica de la terapia de pareja. Representa un reto para los dos: Para el que sufre la infidelidad, porque debe manejar adecuadamente el resentimiento natural al sentirse engañado, y para el que la comete, que debe asumir la culpa se desencadena.
- El cansancio o agotamiento en la pareja es otra razón de peso en las crisis. Una pareja pasa del enamoramiento inicial al amor, pero, entre medias, la vida cotidiana con sus altibajos acaba minando el amor y entra en escena el estrés, el desinterés y una cierta apatía. Muchas de las relaciones conyugales finalizan. Realizar una terapia puede dar un impulso a la pareja para seguir evolucionando en su relación.
- Los conflictos de intereses. Cuando existe disparidad de opiniones entre la pareja por la educación de los hijos, la familia política, la enfermedad de uno de los dos, las decisiones económicas o financieras, entre otras cuestiones, se acaba quemando la atracción inicial.
- Las diferencias socioculturales. Las parejas compuestas por miembros de distintos países y culturas pueden chocar por las costumbres, ritmos y estilos de vida de cada uno de ellos. No siempre ocurre, pero las relaciones en este aspecto merecen trabajar para tolerar las diferencias, pues la convivencia se hace ardua si no existe, ante todo, comprensión y respeto inicial.
- La dependencia emocional de la pareja. Es un motivo muy frecuente en los pacientes que consultan para acudir a terapia. En cierto modo, existe una vinculación emocional en todas las relaciones sentimentales. Es lo normal, pero muchas veces sucede que esta vinculación emocional es exacerbada cuando uno de los miembros de la pareja desea recibir una atención excesiva por parte de su pareja. Cuando esta necesidad exagerada termina por limitar la libertad de ambos miembros, podríamos estar hablando de dependencia patológica. Este problema puede originarse por la falta de apego en la infancia, desarrollo de una baja autoestima o, incluso, por disponer de patrones afectivos inconscientes que, si no se trabajan, distorsionan los fines de la relación. El perfil de las parejas que acuden a terapia sale fortalecido cuando se aplica otra perspectiva a la relación: la terapia psicoanalítica.
- Incompatibilidad de caracteres. No todas las personas somos iguales, tenemos gustos y opiniones diferentes. Lo mismo ocurre en una pareja donde pueden existir diferencias siendo del mismo país. El miembro de la pareja más dominante acaba imponiéndose sobre el otro, que reduce su autoestima hasta límites insospechados. El más fuerte se impone, y el otro se vuelve más vulnerable. Así comienza la rueda de la intolerancia, las discusiones, el maltrato verbal e, incluso, la violencia doméstica. Este es otro de los problemas de pareja frecuentes que aprendemos a gestionar en la terapia, adaptándonos a cada caso en particular.
- La falta de sexo también puede provocar crisis en la pareja. No hablar de sexo con tu pareja o, incluso, emplear el sexo como castigo o premio acaban por estropear el deseo sexual entre ambas partes. La genitalidad siempre está presente, en una relación de pareja debe alimentarse con complicidad, confianza, tiempo, sinceridad, amor y cariño. La falta de deseo sexual se nutre de problemas externos o de salud que trastornan una buena salud mental y terminan afectando a la relación. La estimulación que se puede consigue sobre la falta de deseo con la terapia de pareja es realmente sorprendente en muchos casos. Hay parejas que verbalizan que: “jamás hubieran imaginado conseguir tal efervescencia de su deseo sexual.”
- Escasez o problemas de comunicación es otro de los factores que acusan las parejas que acuden a terapia. La falta de comunicación en una relación es, por excelencia, uno de los motivos más comunes que afloran en las terapias de pareja. La rutina, el estrés, la diferencia de horarios entre los mismos, etc., produce cierto aislamiento y anula la conversación. El otro se siente rechazado, excluido. Uno de los dos convierte el estrés en agresividad hacia el otro o bien, decide no hablar, que, al fin y al cabo, es lo mismo.
En ocasiones, preferimos que la pareja adivine lo que piensa el otro, sin articular palabra, lo cual es imposible. Hay casos en los que la pareja se ha acostumbrado a no hablar, o tal vez, comentar sólo aquellos asuntos que considera importantes para ambos.
- Otra situación podría ser no expresar abiertamente emociones y sentimientos por temor a la reacción de la pareja frente a los mismos. Aquí pueden incluirse cuestiones como dudas sobre la relación, críticas sobre su modo de actuar ante eventos comunes, algo que no guste del otro, etc. Al final, callamos todos esos comentarios que podrían enriquecernos y, sin embargo, optamos por silenciarlos porque a corto o medio plazo resulta más beneficioso y así, evitamos una discusión acalorada.
Otra razón de silencio suele originarse por el “qué dirá” la pareja sobre algún tema que ha ocurrido. Preferimos no contar esa cuestión a la que se van sumando otras, porque predecimos una reacción de incomprensión que no vamos a tolerar. De esta forma, todo se queda en nuestro interior, llegando a provocar, en nosotros, una sensación de angustia permanente.
La ayuda psicológica es necesaria para solventar éste y otros aspectos derivados, porque el fin que persigue la terapia de pareja es ayudaros a tomar las decisiones que deseéis, viendo las cosas desde otra perspectiva.
- Los celos. Este sentimiento que experimentan y padecen muchas parejas se traduce en desconfianza y temor hacia la otra parte. Falta de confianza, de credibilidad que destruyen el amor. La creencia de que si tiene celos es que me quiere mucho, está muy lejos de la realidad. Es raro no sentir celos en una relación de pareja, aunque exista confianza y complicidad. Lo difícil es saber controlarlos en la vida diaria sin sufrir o estar acosando a tu pareja con cuestionarios constantes de: ¿a dónde vas? ¿de dónde vienes? ¿con quién has estado? y ¿esa/ese quién es? Cuando la rutina se vuelve insostenible y no se puede manejar en el día a día, se entra en la dinámica de los celos patológicos. Por este motivo, las técnicas de pareja ayudan a revertir esta situación tan agotadora para el que la padece.
- La falta de tiempo en pareja. Estos casos se dan generalmente cuando no es posible la conciliación familiar motivada por el exceso de trabajo o responsabilidades por parte de uno de los miembros de la relación. Esta falta de tiempo se traduce en falta de comunicación y, en consecuencia, estancamiento de la relación. Este caso es muy frecuente entre los problemas de pareja que pueden solucionarse tras asistir a varias sesiones de terapia. Trabajar la gestión del tiempo produce un saneamiento de la relación gradualmente.
Acudir a terapia es una excelente manera de resolver los conflictos, solucionar los problemas de comunicación y una buena idea para salvar una relación.
Una vez expuesto su problema de pareja, el psicoanalista evaluará cuántas sesiones de terapia serán necesarias para encaminar su caso. Si desea más información o solicitar una cita, puede contactar con nosotros en los teléfonos 91 5423097 ó 630070253. Podrá realizar la terapia online, telefónica o presencial.