Por qué mi hijo se hace pis en la cama. Enuresis y Terrores Nocturnos

 

 

La genitalidad es la sexualidad adulta, a partir de la adolescencia, pero antes hay otras formas de la sexualidad, que están en relación con todos los agujeros del cuerpo: la boca, el ano, la uretra…

Antes de pasar a la sexualidad genital, hay un momento de erotismo uretral en el que se produce una excitabilidad en el niño, que tiene que buscar descarga. A veces, la excitación genital que aún no está operativa, se desplaza y se coloca cerca, es decir, toda la zona está erogenizada. El aparato para la micción está muy cercano físicamente al aparato genital y, en el niño, es precisamente el mismo.

Ante esta situación, tenemos que pensar que, si hay una excitabilidad en esas zonas, debe ser causada por algo. Cuando el niño se hace pis en la cama es como consecuencia de una excitación incontrolable. Sería el equivalente de una polución nocturna. Como si fuera un desahogo que el niño necesita porque la zona está excitada, entonces toma el hacer pis, que es normal, pero esta vez se queda erogenizada esa función, queda sexualizada.

Si el niño está jugando con sus genitales y hay una masturbación, regresa a ese momento y se hace pis. Es justamente la amenaza que se produce frente a la masturbación.

El niño tiene que aprender que todo eso que, en ese momento, está como libre, a partir de ahí los papás van a empezar a cortar esos comportamientos, porque ya no está bien visto que salga desnudo por la casa, que se toque la cosita delante de cualquiera, etc.

Si nosotros hacemos una lectura ingenua de esta situación, creemos que el niño se hace pis en la cama porque tiene un problema urinario, por ejemplo, pero de lo que nos estamos dando cuenta es de que la enuresis es consecuencia de una masturbación infantil y que es algo normal. Tenemos que entender que son cosas que se producen en todos y cada uno de los seres humanos, durante su crecimiento.

Además, se dice que los niños que juegan con fuego después se hacen pis en la cama. Hay una relación simbólica porque el fuego es el de la pasión, de la situación sexual que el niño ya está padeciendo, que el niño aplaca con su pis.

 

¿POR QUÉ TIENE PESADILLAS?

 

El pavor nocturno es una de las manifestaciones más importantes en los niños, es una señal de que están angustiados. Tanto las pesadillas como el pavor nocturno tienen que ver con la angustia.

Durante mucho tiempo hubo una discusión teórica sobre qué era antes, si la angustia o la pesadilla, y el Psicoanálisis llegó a plantear que los sueños de angustia tienen que ver más con la angustia que con los sueños. La persona está previamente angustiada, por eso hace sueños de angustia.

El pavor nocturno, o la pesadilla, es consecuencia de un niño angustiado, da igual la edad que tenga. También pasa en los adultos. Solamente se puede dar una pesadilla o un pavor nocturno en sujetos angustiados. Es una manifestación, una señal. Nos está hablando en los sueños, igual que nos habla en la vida despierta, con sudores, palpitaciones, etcétera.

La angustia siempre es una señal frente a un peligro interior, que deriva de un peligro exterior. Frente a la amenaza del padre, que dice “niño, eso no se hace”, entonces el niño se angustia y eso le lleva a no hacerlo. Después se va interiorizando y aparece la angustia interior frente a un peligro interior, que en este momento para el niño es cuando piensa a la mamá de una manera sexual, que está prohibida, porque aparece el papá que le dice “con mamá, no”.

Aunque no se lo diga directamente, se lo indica cuando se va con ella a la cama y el niño se tiene que ir a su habitación. Es una separación, le dice “como mamá duerme conmigo, tú duermes en tu cama en tu habitación”. Pero no por eso el niño de tener deseos hacia su mamá.

Además, surge cierta hostilidad hacia el padre, porque es un impedimento que aparece en medio de la relación con mamá; alguien que viene a separar. Esas dos cuestiones generan cierto malestar en el niño.

Los sueños vienen ser realizaciones de deseos durante la noche. Porque, en la realidad, no se realizan. En los sueños, los deseos de estar con la mamá y de acabar con el papá es como si se realizaran. Cuando está muy cerca de realizarse ese deseo, en el sueño, aparece la angustia que le despierta y le impide la realización.

La angustia, al final, viene a salvarnos de realizar esos deseos prohibidos. En este caso, el pavor nocturno, la angustia, esa pesadilla que aparece por las noches en los niños es señal de que el niño está cerca de cometer algo ilícito, de manera imaginaria.

Muchos no se acuerdan de lo que les pasó a ellos, pero sí a su hermanito, es más fácil recordarlo en otro que en uno mismo. Estas cuestiones no tienen que ver con el cerebro, sino con la angustia, siempre relacionada con el deseo. Empiezan a aparecer ciertos impulsos, ciertas pulsiones que son distintas.

Están las dos cosas: por un lado, la tendencia a lo instintivo, y por otro, la ley que viene a regular esa tendencia sexual ilícita, porque somos sujetos del lenguaje, es decir, que está todo tocado por la palabra, por la ley. La tendencia instintiva hay que trabajarla para que no nos controle, no nos maneje.

Algunos niños tienen bruxismo, que también tiene que ver con la descarga tensional: morder, atrapar, quedarme para mí. Es como un gesto de rabia.

 

¿QUÉ DEBEN HACER LOS PADRES?

 

Lo que hay que hacer es escuchar las preguntas que hace el niño y responder de acuerdo con lo que está preguntando. Con la verdad, sin engañarle y, si no sabemos, mejor no contestar. Sobre estas preguntas que nos hacemos de niños se monta después toda la curiosidad: por la investigación, el estudio, el trabajo, la vida, por todo.

Y también vamos montando en ellas los significantes importantes de la vida: qué es el amor, el sexo, la muerte, la vida, papá, mamá. Todo esto se va organizando en esas conclusiones a las que va llegando el niño, que a veces son inadecuadas porque ve comportamientos inadecuados en los padres. Esto es muy importante, porque hay que saber que los niños aprenden de lo que ven, de lo que escuchan, no se les enseña. Si yo le enseño que no se puede tocar el pitito y de repente el papá se lo toca delante de él, entonces se le genera una contradicción.

Ellos siguen su propio proceso de aprendizaje. Si todo está bien es que no hay que hacer nada, los niños aprenden solos, crecen solos, poniéndoles determinados límites, donde corresponde y cuando corresponde. Si vemos que están a punto de meter los dedos en el enchufe o de tirarse por el balcón, pues ahí hay que intervenir. Porque poner límites no es prohibirle ni atarle a la cama, es decirle frases que se van enlazando a otras frases. Ésa es la cadena significante que va a determinar la vida de ese sujeto.

Si los padres no tienen bien instalados los límites, no les pueden poner límites a los niños donde corresponde. Hay padres que ponen límites a todo, no le dejan al niño moverse, y eso tampoco es saludable. El niño tiene que investigar y aprender a relacionarse con todo su entorno, con otras personas, otras cosas, ir descubriendo lo que es el pene, lo que es la vagina, papá, mamá, un hombre, una mujer.

Eso le va a llevar hasta la adolescencia, en algunos casos incluso hasta la edad adulta. Es muy compleja la constitución psíquica de cualquier ser humano. Tenemos que acompañarla, respetarla y tolerarla.

Como estamos viendo, el niño está construyéndose como ser humano y los modelos de identificación más cercanos que tiene son los padres. Cuando hay en esa construcción algo que no está yendo bien, tenemos que hacer referencia a ese modelo de identificación que son los padres. Así que trataremos el trastorno de los niños tratando también a los padres.

Es importante que los padres puedan acudir a un profesional, porque realmente los límites cuya falta está mostrando el niño se pueden establecer con un tercero, en este caso podría ser un psicoterapeuta.

A veces, muchos trastornos de los niños tienen que ver con que los padres no se llevan bien, no tienen comunicación, se pasan el día a los gritos, con malas formas, y entonces, de alguna forma, el niño habla y manifiesta su malestar frente a ello. O su excitación, es una tensión que, a veces, se transforma en tensión sexual. Como ya interpreta el acto sexual como una cosa sádica, también interpreta esas discusiones como una cosa sexual.

Muchos adultos piensan que lo mejor de la discusión es la reconciliación. Esa conversación subida de tono o ese malestar que se pone de manifiesto en una discusión provoca excitación sexual. Hay parejas a las que les resulta más fácil tener una discusión que mantener una relación sexual.

Sin llegar a casos patológicos, cuando los niños presentan este tipo de trastornos puede tener que ver con cuestiones inconscientes de los padres que, conversando con un psicoanalista, van conociendo y pudiendo transformar. No es necesario que sean grandes conflictos de pareja. Son formas que están fuera de un canal adecuado.

 

EL PSICOANÁLISIS PUEDE AYUDAR

 

El psicoanálisis da la opción de que ese niño y esos padres tengan la posibilidad de enfrentar la realidad de una forma más cercana, sin imaginarización ni atribuciones, sin prejuicios. Recurrir al método psicoanalítico ayuda a salir de esos lugares, romper con esas formas preestablecidas o prejuiciosas de pensar las cosas.

Porque nada se supera en los adultos. Vamos pasando por determinadas fases constitutivas de nuestra personalidad, de nuestra mente y en nuestro psiquismo, pero siempre está ahí; por eso decimos que lo infantil perdura en nosotros inconscientemente. Se puede regresar a fases anteriores en las cuales nos hemos quedado fijados libidinalmente, placenteramente, sexualmente, porque la libido es la energía sexual, que no tiene que ver con lo genital.

El psicoanálisis nos permite reconocer estas cosas para que no nos manejen porque, si se tratan, dejan de afectar. Cuando las tratamos, aprendemos a relacionarnos con estas cuestiones y a responder de otra manera.

El sueño es muy inteligente, hace cualquier cosa para confundir a nuestra conciencia. Cuando uno asocia libremente, permite que el terapeuta pueda llegar a develar la verdad que está escondida. Si nos quedamos solamente con la apariencia del sueño, hacemos una lectura ingenua. Los sueños nos traen una verdad. La interpretación del sueño es para eso, para llegar a la verdad que está ahí transformada, disfrazada en el sueño

Por ejemplo, hay gente que viene asustada a la consulta porque sueña con la muerte de alguien, como si esa persona tuviese el poder, a través del sueño, de anticipar o predecir la muerte. A través del psicoanálisis se puede llegar al verdadero sentido del sueño.

El sueño es inteligente, porque pasa por un proceso de deformación para que la conciencia crea una cosa, cuando realmente el deseo inconsciente que se está satisfaciendo es otro. Es un producto donde se satisface un deseo reprimido de manera disfrazada. Después de la interpretación, vamos a ver cuál era el verdadero sentido. Siempre es sexual u hostil con esas primeras figuras de amor que eran los padres.

Para poder crear otra realidad distinta, que los niños crezcan de una forma sana, hay que hacer un trabajo y ese trabajo tiene que ver con el psicoanálisis. Además, no hace falta estar enfermo, ni hace falta que el niño tenga ningún tipo de trastorno para acudir a la consulta.

Podemos construir un niño diferente, un adolescente diferente, si nosotros empezamos un tratamiento psicoanalítico, porque también nos da una inteligencia diferente. Construimos un saber diferente, inconsciente, que es el verdadero saber. No es una cuestión de conocimiento, es una cuestión de saber.

La mente tiene una capacidad infinita, de la cual utilizamos muy poco. Psicoanalizarse permite abrir un poco más la puerta de la mente. Si queremos ser brillantes en nuestro trabajo, en nuestras relaciones, que nuestros hijos sean gente grande, que se preparen para el mundo, entonces hay que poner en juego lo inconsciente, no se puede sin inconsciente.

 

TRASTORNOS DURANTE EL SUEÑO

 

Todos los problemas que surgen en los niños a la hora de dormir o cualquier trastorno que pueda surgir y que nos llamen la atención, son cosas que debemos tener en cuenta a la hora de manejarnos como padres o como cuidadores. Entre esos problemas están la enuresis y los terrores nocturnos.

Es importante que sepamos los mecanismos que los provocan, para no hacer de ello un problema para los pequeños. No solamente para poder identificarlos sino también para poder tratarlos, para poder manejarlos de una manera saludable tanto para los niños como para nosotros. A veces atribuimos situaciones a los niños que no son correctas o nosotros llegamos a angustiarnos por situaciones que son perfectamente tratables y, sin ningún inconveniente, se pueden lleva a buen puerto.

Los trastornos nocturnos en los niños se pueden dar tanto a nivel orgánico como durante el sueño. Es importante aprender a escuchar de una manera diferente, porque si tratamos de una manera ingenua todo lo que estamos viendo, al final somos ingenuos de la vida. Si no sabemos identificar lo que le pasa, ya le encaminamos en una dirección, le ponemos una etiqueta: “es un meón”, por ejemplo.

Desde esa frase, le vamos coartando las relaciones: cómo va a ir a dormir a casa del amiguito si se hace pis en la cama o cómo va a invitar a alguien a casa si va a descubrir que se hace pis en la cama. Eso que parece una vergüenza es una cosa normal y conviene empezar a tratar las cosas de esa forma. No es que sea normal que se haga pis en la cama, sino que tiene un sentido, una lógica, una significación.

Sólo leyendo la realidad de otra manera se producen cosas distintas en la realidad.

Vamos a profundizar en los mecanismos psíquicos que pueden producir estos efectos en los niños.

 

QUÉ ES LA ENURESIS

 

La enuresis, también conocida como «incontinencia nocturna» o «enuresis nocturna», es la micción involuntaria mientras se duerme, a una edad en la que se espera que el niño ya no se orine durante la noche. Si bien no hay una fecha precisa para lograr un desarrollo completo del control urinario, se estima que la mayoría de los niños lo tienen alrededor de los 5 años.

 

QUÉ SON LOS TERRORES NOCTURNOS

 

Los terrores nocturnos son una interrupción del sueño que parecen similares a una pesadilla, pero son mucho más dramáticos. Si bien los terrores nocturnos pueden resultar alarmantes para los padres, no suelen ser una causa de preocupación ni una señal de un problema médico más serio.

A diferencia de las pesadillas, que se suelen recordar, los niños no recuerdan el terror nocturno al día siguiente, porque estaban en un sueño profundo cuando ocurrió y no hay imágenes mentales para recordar.

 

LA SEXUALIDAD EN LOS NIÑOS

 

Hay una tendencia a negar la sexualidad en los niños, pero son seres humanos y, como todo ser humano, tienen sexualidad, porque el ser humano tiene sexualidad desde que nace hasta que muere. Los niños tienen ciertas inquietudes que se ven magnificadas, porque están descubriendo el mundo, y les dan mucha importancia. Aún no tienen las herramientas ni la capacidad para gestionarlas.

¿Cómo debemos pensar esta situación de la enuresis? ¿A partir de cuándo podemos decir que es problemático que el niño se haga pis en la cama?

Lo normal es que el niño aprenda a contener el pis y a llamar a la mamá o a levantarse por la noche solo para hacer pis. Es un proceso normal. Y cada niño tiene sus tiempos, sus formas, que irá construyendo de manera diferente. Pero puede ocurrir que el niño, de repente, una vez que ya lo tenía controlado, vuelva a hacerse pis en la cama, a los 5 ó 6 años, a veces hasta más tarde; puede aparecer en cualquier momento, después de una situación que ya estaba reglada.

Esto nos da un indicativo de cómo se produce el psiquismo humano. Hay una construcción completa del psiquismo y en ninguna de estas patologías hay una rotura del aparato psíquico, lo que pasa es que el ser humano tiende, en algunos casos, a fijarse en fases anteriores. Esto es lo que suele suceder aquí, que el niño, una vez que consigue controlar esfínteres, hay un momento en que regresa a una fase anterior.

Todas las cuestiones patológicas que van a surgir en el niño dependen de cómo se establece el goce en él, van a estar apoyadas en las necesidades fisiológicas y cómo el entorno va a tratar esas necesidades. Es decir, hemos visto que hay problemas que surgen con la alimentación (se erotiza la boca), pero también con la higiene. A veces nos centramos demasiado en ella y no en lo que estamos produciendo con ella. Si nos pasamos a la hora de tocar al niño cuando le estamos limpiando, también nos estamos pasando al erogenizar el cuerpo.

Es algo normal, porque así el niño va a ir descubriendo su cuerpo, pero todo debe tener cierto límite, no pasarse al tocar al niño. A veces se anticipa la sexualidad de los niños cuando los padres andan desnudos por la casa o dejan la puerta abierta cuando mantienen relaciones sexuales. Esos sonidos también los percibe el niño como motivo de excitación.

Además, el niño en ese momento está en plena investigación sexual. Tiene interés por saber de dónde vienen los niños, porque él o su vecina han tenido un hermanito. Y coincide con que la mamá estaba gordita y de repente ha desaparecido la barriga y ha venido un niño. Se preguntan acerca del papel que tiene el padre en eso de que nazca un nuevo niño, porque hasta ahora el niño estaba en relación directa con la madre, pero el padre ¿qué pinta aquí, qué hace? Tienen una curiosidad sexual increíble. Se preguntan qué hacen papá y mamá cuando duermen juntos…

Hay un montón de preguntas que los niños se van haciendo, porque tienen que empezar a dar forma a todo lo que ven. Respecto al pene, cuando vea que la hermanita no tiene y él sí, va a llegar a conclusiones. A veces le pregunta a la mamá si ella también tiene.